Rafael Baca
Artista Plástico
Hunab Ku
En el año 2010 Rafael Baca crea "Hunab ku" su primera serie de gran formato.
Hunab ku es el centro de la galaxia, es la mente y el corazón en perfecto equilibrio, el constructor de este y de todos los mundos, el único dador de la medida y del movimiento.El movimiento es el principio eterno de la vida que hace que todo pulse dentro de la creación, lo cual le permite generarse y recrearse a sí misma. Todo está cambiando, nada permanece, por lo tanto, dentro de la creación lo único constante es el cambio. Hunab ku se expresa como un cambio en ondas de espiral que nos va enseñando que todo principio de vida va evolucionando a través de ciclos y elevándose a estados de mayor expresión y expansión.Esta espiral nos muestra que todos estamos en un camino; ese camino puede ser coincidente con otras entidades de vida o con otros espacios vitales, sin embargo cada uno está moviéndose en su propia espiral de existencia, por lo tanto hay sintonías y divergencias, encuentros y desencuentros, movimientos que unen y otros que separan, atracción y repulsión, como partes del movimiento mismo.
Muchas veces tenemos coincidencias con otros seres que en ese momento están formando parte de nuestra existencia con un propósito específico, puede ser por compartir una experiencia en particular o por estar aprendiendo algo juntos, tal vez una lección de vida; sin embargo llega un momento en que cada uno debe seguir su propio camino, porque su propia espiral lo está llevando a otro movimiento, espacio o tiempo de su propia existencia.
Son las sístoles y diástoles de nuestras propias relaciones humanas que pueden ser entendidas a través del movimiento universal.No hay nada ni nadie que escape a Hunab ku porque Él es el Uno y todos formamos parte de esta unidad perfecta. Podemos llamar Hunab ku a la piedra, al pájaro, a la flor o a otro ser humano y estaremos en lo cierto porque cada parte contiene al todo y el todo se hace pleno por las múltiples partes. La unidad es donde nada falta y nada sobra.
Al tomar conciencia del movimiento constante logramos develar el gran secreto de la vida, que nos hace permanecer vitales en el cambio, aceptando las transformaciones y realizando los diferentes aspectos de nuestra propia existencia, podemos entender entonces que los juicios y el dolor ya no caben porque la vida siempre nos traerá situaciones renovadas.
“Una vez que conseguimos todas las respuestas, nos cambiaron las preguntas”, cuando hemos alcanzado la comprensión más elevada de “algo” ya somos capaces de soltarlo, entonces la vida nuevamente nos pondrá en un nuevo circuito donde conocemos poco o casi nada de lo que viene y así continuará nuestro viaje aparentemente interminable de sucesos y aprendizajes.
Cuando no somos capaces de soltar viene la CRISIS, que tarde o temprano nos va a empujar hacia un CAMBIO, y todo cambio implica una muerte de todo lo que bloquea o limita. Esta MUERTE puede ser suave y sana si la enfrentamos con sabiduría, ella nos invita a la revisión del pasado, a la liberación y al renacimiento. Para ello, antes hay que hacer orden y limpieza de todo lo que ya no sirve y abandonar las dependencias, la muerte es vaciar el vaso para poder volver a llenarlo, es reemplazar la noción de permanencia por la de transmutación, es la gran NOCHE que precede al AMANECER.
Hoy somos los habitantes de esa gran NOCHE, somos los herederos del TIEMPO DEL NO-TIEMPO, esta es una etapa corta pero intensa antes del AMANECER, donde suceden los cambios que nos impulsarán a la evolución.Pero nos gana el ego y la arrogancia, y olvidamos que sólo somos una parte más de algo mucho mayor, para transformarnos en un falso “Dios” que cree controlarlo todo.
Dejamos de ver y de escuchar a Hunab ku y tomamos un curso negativo e inconsciente de odio los unos por los otros, de destrucción de la naturaleza, de miedo, desconfianza, ambición y egoísmo, que nos está llevando directo al caos y a la destrucción.
EL TIEMPO DEL NO-TIEMPO es el momento en que nos corresponde hacernos cargo y tomar una decisión.Regresar a Hunab ku es recuperar la conciencia de que todos formamos parte de un gigantesco organismo vivo, es volver a ver y a escuchar, es sanar nuestras mentes, nuestros cuerpos y nuestros corazones, es re-descubrir nuestra magia atávica, es asumir la humildad, el amor y el respeto de los unos por los otros, es sanar a la madre tierra y ocuparnos de su limpieza, es sentir el latido del universo en nuestros propios corazones.Lo que es adentro es afuera, en el salón de los espejos yo soy otro tú…
texto de Rina Pelittzari
Rina Pellizzari
fotos: Ma. Julia Fiasco Di Domenica







